Comiensa la aventura escolar de Andy: Capítulo 3: Encuentro con la Ignorancia

 Andy: Salimos de casa en busca de una escuela cercana a nuestro hogar. Mientras caminábamos por la ciudad, nos cruzamos con una señora y su hijo. Siendo un niño educado, decidí saludarlos amablemente:
Andy: "Hola, buenos días."
Andy: Mi saludo fue recibido con un inquietante silencio, hasta que la señora le dijo a su hijo:
Señora: "Camina, hijo. Camina. No lo saludes. No lo mires. No te acerques a él."
Andy: Las palabras de la señora desataron una tormenta de indignación en mi madre, quien, como la protectora feroz que es, se adelantó para bloquear su camino:
Señora: "¿Pero qué hace? Quítese del camino ahora mismo."
Mamá: "No me voy a mover ni un paso, porque ustedes no merecen el derecho de estar en esta tierra. ¿Cómo se atreve a hablar así de mi hijo?"
Señora: "¿Acaso ese rarito que va con usted es su hijo?"
Mamá: "Rarito, ¿a quién se refiere? Yo no veo ningún rarito aquí. Solo veo a mi querido hijo."
Señora: "No se haga la tonta. Estoy hablando de su hijo. Él es el rarito."
Mamá: "Ah, entiendo. Entonces, solo porque mi hijo solo puede ver con un ojo, necesita un bastón y ayuda para caminar, es un rarito."
Señora: "Sí."
Mamá: "Parece que nos hemos topado con otra de esas personas 
Señora: "Sí, su hijo."
Mamá: "No estoy hablando de mi querido hijo. Estoy hablando de ustedes."
Señora: "Como dijo, nosotros. ¿Qué tenemos nosotros?"
Mamá: "La peor de todas las discapacidades, la ignorancia, y parece que es algo que les sobra."
Andy: "Mamá, podemos irnos."
Mamá: "Sí, hijo. Es mejor que nos vayamos. No vale la pena perder más tiempo con esta gente."
Andy: Nos alejamos del lugar, y mi madre no pudo contener sus pensamientos:
Mamá: "¡Qué gente ignorante, ¿verdad?"
Andy: "Sí, mamá, ¿por qué son así?"
Mamá: "Déjalos, hijo. Son personas que se creen superiores solo porque no tienen discapacidades. Pero, créeme, el mundo les dará una lección y no será de la forma más amable. Aprenderán a respetar a los demás. Y esto, querido, es una lección para ti: no dejes que los comentarios ofensivos te afecten. Tienes los mismos derechos que cualquier otra persona. Eres una persona valiosa, no un bicho raro."
Andy: Así concluye el tercer capítulo de mi historia. En este camino hacia la educación, enfrentamos la ignorancia de algunas personas, pero mi madre me enseñó una lección valiosa: la importancia de no permitir que los prejuicios y la ignorancia de los demás afecten mi autoestima y confianza.
fin del capítulo 3.